El
surf no existiría si no existiesen las olas pero tampoco si no contáramos con
tablas para poder deslizarnos sobre ellas.
Por
tanto si las olas son la aportación de la Naturaleza, las tablas son el
complemento que pone el hombre. Como no, si algo está sujeto a la acción del
hombre, ese algo va a evolucionar y cambiar irremisiblemente. Las tablas no han
sido una excepción, más bien todo lo contrario, y su evolución a lo largo de
los años resulta espectacular. A continuación os iremos contando a grandes
rasgos las notas más curiosas y destacadas de una evolución que no para, ni lo
hará wen los próximos años.
Primeros
Datos
Entre
la tabla que George Freeth recuperó allá por el año 1.900 de sus antecesores
hawaianos y esas con las que hoy en día vemos surfear a Kelly Slater, Rob
Machado, Eneko Acero o Pablo Solar, no solamente ha pasado más de un siglo en
la historia sino que hemos asistido a cambios tremendamente espectaculares.
¿Que diría Slater si le dijésemos que surfeara con aquella reliquia de 4,80 metros y más de 65 kilos de peso? Está claro que nos diría que para echar unas risas sí pero para nada más. Lo suyo son las trifin de 1.85 y menos de 3 kilos de peso.
La historia de las tablas es paralela a la de la técnica. La evolución del material, de las formas (shape), etc., guarda una estrecha relación con la de las maniobras.
¿Que diría Slater si le dijésemos que surfeara con aquella reliquia de 4,80 metros y más de 65 kilos de peso? Está claro que nos diría que para echar unas risas sí pero para nada más. Lo suyo son las trifin de 1.85 y menos de 3 kilos de peso.
La historia de las tablas es paralela a la de la técnica. La evolución del material, de las formas (shape), etc., guarda una estrecha relación con la de las maniobras.
Hasta
comienzos de los años 30 las tablas eran en su mayoría de madera de sequoia,
que aunque resultaba muy pesada era también muy resistente al agua. En cuanto
al shape, la largura y anchura del árbol era quien marcaba las pautas. El
resultado eran planchas del orden de los 4 metros en las que maniobrar era casi
utópico. Las olas de Waikiki eran el centro de reunión de los surfers de la
época y en ellas para hacer un pequeño cambio de dirección era obligado
retrasarse sobre la tabla, apoyarse en el pie de atrás y elevar la parte
delantera de la tabla.
Primera
Evolución
Siempre
se quiere más, mejorar, progresar, y estaba claro que con aquellas tablas los
problemas se multiplicaban al intentar maniobrar, o simplemente cuando las olas
superaban el metro de altura.
A base de caídas los grandes surfers de la época (los hawaianos John Kelly, Fran Heath, o Wally Froiseth, y los californianos Lorrin Harrison, Pete Peterson, etc.,...) vieron la necesidad de modificar las tablas. La primera conclusión fue clara: Reducir la longitud.
Llegan los primeros grandes cambios, la cola de las tablas se estrecha con la intención de facilitar los giros, la tabla se acorta para ser más maniobrable, se cambia la posición del surfer sobre la tabla.
A base de caídas los grandes surfers de la época (los hawaianos John Kelly, Fran Heath, o Wally Froiseth, y los californianos Lorrin Harrison, Pete Peterson, etc.,...) vieron la necesidad de modificar las tablas. La primera conclusión fue clara: Reducir la longitud.
Llegan los primeros grandes cambios, la cola de las tablas se estrecha con la intención de facilitar los giros, la tabla se acorta para ser más maniobrable, se cambia la posición del surfer sobre la tabla.
Aquí jugaría un papel muy importante el americano de Wisconsin TOM BLAKE. Blake conoció al mítico DUKE en unas competiciones de natación en el año 1.924. En poco tiempo se vio tremendamente atraído por el mundo del surf y partiendo de los consejos de Duke comenzó a fabricar sus propias tablas. Trabaja en madera de sequoia pero al darle forma deja amplios huecos que dan como resultado tablas algo más cortas (4,5 metros) y bastante más ligeras (45 kilos frente a los 65 iniciales). Los cambios son palpables, se gana en maniobrabilidad y velocidad.
1935
un Año Clave
El
afán investigador de Blake no cesaría. Muchas pruebas, prototipos, quebraderos
de cabeza, todo con el único objeto de conseguir tablas más rápidas,
maniobrables y seguras. En 1.935 daría con un "invento" clave para la
historia del surf: LAS QUILLAS.
Después de no pocas pruebas se decide a colocar una quilla en la parte trasera central de la tabla. Aparece el basculamiento, se pierde en equilibrio, pero los resultados en forma de maniobrabilidad dejan claro que estábamos en un momento clave.
Después de no pocas pruebas se decide a colocar una quilla en la parte trasera central de la tabla. Aparece el basculamiento, se pierde en equilibrio, pero los resultados en forma de maniobrabilidad dejan claro que estábamos en un momento clave.
No caben dudas de que Blake era todo un inventor, y años después sería el osado en acoplar una vela a una tablas o fabricar una carcasa estanca para realizar fotos desde el agua...
Los
40
Los
años 40 vendrían marcados por la aparición de un nuevo tipo de madera en la
construcción de las tablas. Se trataba de la madera de balsa con la que el
primer gran logro fue el de aligerar enormemente el peso. ¿Quien fue el
artífice de tan brillante idea? La verdad es que no está muy claro, pero todo
parece indicar que fueron los californianos Harrison y Peterson los primeros
quemezclaron la madera de balsa con la de sequoia. El trabajo no era nada
sencillo y la figura del shaper comienza a adquirir gran protagonismo. Las
tablas se componían de diferentes piezas a las que había que dar forma antes de
ensamblarlas.
La
llegada de Foam
Con
la segunda guerra mundial la tecnología en materiales creció enormemente. Tanto
la náutica como la aeronáutica se convierten en proveedores de revolucionarias
materias primas. Se avanza hacia la estanqueidad, se cambia el sistema de
fabricación, y es que la aparición del foam de poliuretano y la resina suponen
toda una revolución.
Los años 50 serían los de las pruebas. Tipos de construcción, mezclas de diferentes materiales.
Se combinan éxitos y fracasos, y asistimos a la aparición de una de las grandes búsquedas de todo surfer: la tabla perfecta.
Los años 50 serían los de las pruebas. Tipos de construcción, mezclas de diferentes materiales.
Se combinan éxitos y fracasos, y asistimos a la aparición de una de las grandes búsquedas de todo surfer: la tabla perfecta.
En está época destacó la figura de Bob Simmons que gracias a sus conocimientos de arquitectura naval, de resistencia de materiales y a su afán de mejorar, se convierte en uno de los precursores del surf moderno. Desgraciadamente en 1.954 cuando contaba con 35 años de edad, Bob desaparecería mientras surfeaba en Windansea.
La
Maniobrabilidad y la Longitud de las Tablas
El
peso y la forma pasan a compartir protagonismo con un tercer elemento: la
longitud. A comienzos de los 50, Joe Quigg, compañero de trabajo de Bob
Simmons, se decide a fabricar una tabla mucho más pequeña pensando en su novia.
2,70 metros, algo que rompía esquemas.
Joe
decidió probarla y su sorpresa fue mayúscula cuando comprobó que no solamente
flotaba y se deslizaba, sino que giraba con gran facilidad. Así nacía el primer
malibú y con él se vivía un nuevo cambio radical en la historia del surf.
Los
60
Década
dorada en la historia del surf en la que asistimos a la aparición de las
maniobras que hoy denominamos clásicas. Fue una época en la que la madera de
balsa pierde protagonismo para dar paso a una combinación de foam de
poliuretano con resina de poliester. Es aquí donde aparece la figura de Gordon
Clark (futuro Clark Foam), un químico que gracias a la textura que proporciona
el foam permite dar forma a las tablas con facilidad. Aparecen los canales,
rocker, diferentes tipos de colas, etc.
En
esta década, la emigración de surfers californianos a Hawaii se hace masiva.
Allí estaban las olas más desafiantes, los mayores retos. Pero esas olas
enormes de paredes casi verticales exigían unas características especiales en
las tablas. Es así como asistimos al nacimiento de los GUN, tablas con punta
afilada en lugar de redondeada y de forma más estrecha que permitía enfrentarse
con más garantías a las potentes y grandes olas hawaianas.
El
Surf Moderno
Curiosamente
el cambio más espectacular y decisorio para la evolución del surf, iba a llegar
desde el otro lado del mundo, de Australia. Desde allí nos llega un hombre, NAT
YOUNG, que aportará un nuevo estilo al surf, lleno de virajes, aéreos, cambios
de dirección, y todo gracias a una tabla bastante más corta. Llegábamos a los
años 70 y los giros pasan a convertirse en la obsesión de surfers y shapers. Ya
lo más importante no era recorrer una distancia enorme sino permanecer el mayor
tiempo posible próximo a la espuma en la zona de mayor velocidad de la ola.
Cambios
Sin Fin
Los
70 y 80 siguieron viendo una evolución que no cesaba llena de carismáticas
figuras. De las tablas de 1 quilla se pasaría a las de 2 quillas que el
australiano Mark Richards (4 veces campeón del mundo) se encargaría de hacer
populares. Poco después llegarían las 3 quillas, obra de otro australiano,
Simon Anderson, que hoy en día siguen siendo las más populares.
Cambios
también en formas y materiales. Nuevas fibras permiten hacer cada vez tablas
más ligeras y se encuentran tablas que no llegan a los 3 kilos. Se experimenta
con materiales revolucionarios, fibras casi irrompibles, shapes específicos
para cada tipo de olas. Hay de todo para todos pero siempre con un punto en
común: Sigue siendo la mano del hombre la que tiene la última palabra.
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